La obra “Un instante sin Dios”, de Daniel Dalmaroni, con Arturo Bonín y Nelson Rueda, estará de viernes a domingos a las 21:30 en la Sala Payró del Complejo Auditorium. “Al margen de entretener, me interesa el teatro que nos hace reflexionar”, comentó Arturo Bonín a ShowMardel. .
Un poderoso empresario visita a un veterano sacerdote de una humilde parroquia de frontera para ofrecerle una importantísima donación para su iglesia. Pero la oferta tiene una condición: una confesión. Pero no del feligrés hacia el cura, sino del sacerdote hacia el empresario. ¿Qué es lo que el sacerdote tiene para confesar y por qué es de interés del empresario? ¿El cura está dispuesto a aceptar el dinero para la gente pobre de su parroquia a cualquier precio o también impondrá sus condiciones? En una inequívoca estructura de thriller en tiempo real, uno se preguntará ¿por qué la violencia de los años ´70 en la Argentina se cuela constantemente en esta conversación que va de los milagros de la Biblia y de Cristo a Santo Tomás de Aquino, el celibato y la caridad, mientras sus protagonistas comparten una “nutritiva sopa pastoral”? ¿Quién es este empresario realmente? ¿Quién fue este humilde sacerdote de provincia?
Esta intrigante historia plantea “Un instante sin Dios”, obra que llegó a manos de Arturo Bonín, luego de varios particulares reclamos al director Daniel Dalmaroni. “Siempre le reproché que no tuviera obras con personajes alguien de mi edad”, relata. Pero ese texto y ese personaje finalmente apareció y sorprendió a Bonin. Y en esos momentos, el actor estaba realizando “Ver y no ver” junto a Graciela Dufau y Nelson Rueda. Todo cerraba cuando Dalmaroni le propuso a Rueda como dupla.
A partir de allí, llegaron los ensayos y encontrarse con la historia. “Fue toda placentera la búsqueda de los personajes”, describe.
Y con respecto a la historia, que se adelanta como aquellas que llevan a un debate posterior por parte del público, agrega que “siempre le interesó el teatro que tiene que ver con contar una cosa que si bien puede ser histórica nos conecte con el hoy”. “Al margen de entretener, me gusta que nos deje algo para la reflexión”, añade.
