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Después de cuatro años de recorrer distintos escenarios de Mar del Plata y la zona, la obra de teatro “Recordis” se despidió, con una emotiva función, a sala llena, en El Galpón de las Artes. Protagonizada por Ezequiel Martín Pérez y Sebastián Dativo, y dirigida por Gonzalo Brescó , la exitosa y conmovedora historia que refleja un “homenaje clown a la  amistad”, decidió culminar su ciclo.

La imaginación de los niños es casi un mundo aparte. Ellos pueden crear situaciones y personas de la nada, imaginar peleas con varios adversarios, y mezclar superhéroes con dinosaurios. La cuestión es jugar. Esto se representa a la perfección en “Recordis”, reflejando en primera instancia a Calcetino, quien con su globo imagina todo un equipo de futbol integrado por todo tipo de personajes. Paralelamente, el niño Don Satur, intenta jugar con su globo, y lo pierde. Es allí cuando nace esta amistad que llegará muy lejos, a pesar de la distancia que tome cada uno en su vida.

Ellos juegan. Todo el día, y con lo que sea. Con intercomunicadores espaciales, con linternas, con pelotas, con pistolas de agua al Carnaval… Hasta que por una cuestión laboral, Don Satur se muda a otra ciudad. El contacto sigue por carta, por teléfono. Crecen, tienen sus trabajos, amores y los años pasan. Hasta que ya con sus sobretodos y bastones se reencuentran, y aunque la agilidad en la tercera edad no es la misma, conservan la picardía para jugar, una vez más.

“Recordis” es una obra de esas que son difíciles de explicar, porque es toda una experiencia, con situaciones que se viven en el escenario y con el público. Sobre todo con los niños que interactúan y juegan casi a la par de Don Satur y Calcetino. Porque de eso se trata, de jugar, de crear y de volar, como aquel globo que los unió.

 

 

 

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