El director marplatense Mariano Moro se despide de esta temporada con sus dos obras “Teresa” y “Alfonsina y los hombres”. Las últimas funciones serán este lunes 29 de febrero y martes 1 de marzo, a las 21, en el Espacio Cuatro Elementos.
“Teresa” es un recorrido poético por la espiritualidad de Santa Teresa de Ávila, su experiencia mística, su diálogo con Dios, su realización en obras, sus tribulaciones, su fuerza en la enfermedad, sus tentaciones, su debilidad por alguien en particular. Busca extremar el esmero estético para bordear al menos lo que en esencia es inefable.
En un espacio que integra su lugar de descanso, su puesto de escritura y su apertura a espacios de espiritualidad compartida con las mujeres que la siguieron en su reforma (sitio privilegiado que se reserva para el público), Teresa despliega los delicados matices de su sensibilidad y su inteligencia para enfrentar las consecuencias de su tremenda osadía en un mundo de jerarquía masculina, donde está cercada por las expectativas ajenas y por los enemigos, al punto de ser denunciada a la Inquisición. Su inigualable capacidad de conciliar el mundo de Dios con el mundo de los hombres se ve, en la que será la última etapa de su vida, desafiada por la más espinosa tentación: su pasión por un hombre joven.
¿Por qué hoy Santa Teresa, Teresa de Ávila, Teresa de Jesús?
Más allá de la impronta numérica, que impacta, al cumplirse en 2015 el V Centenario del nacimiento de Teresa de Cepeda y Ahumada, es insoslayable intentar una encarnación del espíritu, la palabra, el testimonio y la vida de la primera gran escritora de la lengua castellana (patrona de los escritores en esta lengua para los católicos), primera doctora de la Iglesia, aquella que para los creyentes sigue siendo hoy primera evidencia de que “con Dios se puede conversar”, única entre las plumas del Siglo de Oro que escribió no según una formalidad intelectualizada sino “como se hablaba”, al punto que nos permite seguir paso a paso los movimientos de su conciencia, si es que las nieblas inevitables debidas al paso de los siglos y el cambio de paradigmas son despejadas por la luz del arte en una gran actuación, como auguramos será el caso. Entonces podremos trasladarnos a otro lugar y otra época, y descubrir muchas cosas en ese camino.
“ALFONSINA Y LOS HOMBRES”
En 2016 se cumplirán setenta y ocho años de la muerte de Alfonsina. Nuestra propuesta, más que un homenaje, es el plasmado de su poesía en lo que ella, entre susurro y grito, demanda: arte sonoro, rítimico, dramático, danzante, y, así como despojado, total.
Pasión, impulso, imaginación, rebeldía… todo brota explosivo en Alfonsina, y se derrama en palabra pulida que punza y siente. Esto no es documental, no es testimonio. No es feminismo. Es una mujer expulsada de la muerte, convertida en Arte.
La poesía es el origen, sustento y reservorio de todas las artes. Pero es marginal. El mismo lenguaje acaso es poesía desatendida. Se lee poco, sí. Eso no la detiene. No brota para ser leída, nació para ser dicha. Para ser encarnada, para golpear, para mover y moverse, para inmiscuirse. Y se vuelve música y canto y danza. Y ensueño y escultura. Y se empapa de amor y filosofía y drama. Y de juego y de ironía y de dolor.
Y de silencio.
Una niña se puso a escribir y forzó la letra hasta que toda ella cupo en unos versos que traspasan, que van hacia delante. Nos traen la joya, dejan atrás lo indeseable
